miércoles, 6 de julio de 2016

TRAYECTOS LÍQUIDOS


Desde aquel remoto Big bang, el universo se vio alterado por nubarrones de sustancias esenciales abocadas a viajar en expansión y para su permanencia deberá en lo sucesivo, encontrar siempre lugares donde continuar su trayectoria. En el hipotético instante en que no exista un lugar que ocupar… ¿Qué sucederá con el universo y de quienes tenemos conciencia de este viaje?

Así mismo, en el micro cosmos del planeta estamos -a pesar de una absoluta soledad- rodeados de paisajes, personales si nos encontramos en una habitación o íntimo pero socialmente compartido cuando habitamos el lugar de trabajo o casa, público cuando el lugar que habitamos es la ciudad, un bosque o una nación o un no lugar cuando habitamos la estación de bus, un mercado o un cajero donde estamos de paso; pero desde el sentido común: nos habitan los paisajes.

De tal forma que nos debemos al paisaje, estamos inmersos en él, particular o compartido lo experimentamos, somos parte del paisaje que como ecúmene se erige como un bien común; es patrimonio de todos y es por excelencia lo que debemos cuidar y defender como escenario de la historia de los cuerpos y culturas.



Los territorios a pesar de sus límites imaginarios o fronteras políticas son la piel del planeta, son espacios inter dependientes que están unidos a un cordón umbical que procede de ese primer estallido que hizo que las partículas mas distantes y diversas crearan seres capaces de pensarse a si mismos para ser el pensamiento sensible del paisaje.
Walter Gómez